Ayer acompañé a mi chico a dar la conferencia “Capitán de ti Mismo” a León. Por la noche fuimos a cenar y descubrimos un pequeño y acogedor restaurante italiano al lado de la Catedral. Cuando lo vimos estaba lleno, sin embargo entramos y le preguntamos al dueño a qué hora cerraban. Él con una sonrisa muy grande y nos dijo: a la hora que se vaya último.
Teníamos muchísima hambre, pero nos gustaron tanto la respuesta y la acogedora sonrisa que decidimos esperar a que nos dieran una mesa. Nos atendió Angélica, una chica aún más sonriente que el dueño. Se tomó el tiempo de explicarnos cada uno de los platos, nos contó que todo era casero y hecho con alimentos ecológicos.
En aquel lugar se respiraba alegría, todo eran sonrisas y gente amable. Había unos americanos jugando al dominó con el dueño, en una esquina había una pareja riendo a carcajadas y la cena estaba riquísima.
¿Alguna vez te has dado cuenta de que cuando estás en un entorno lleno de felicidad se te contagia la alegría? ¿Has percibido que cuando hay sonrisas y optimismo estás completamente presente y que disfrutas del momento?
¿Incluso te has dado cuenta que cuando ves a alguien sonreír te dan muchísimas más ganas de pasar tiempo con esa persona?
¿Quieres ser un detonador de alegría a tu alrededor? ¡Pues empieza a regalar sonrisas!
Cuando estés en el autobús sonríe a cada persona con la que cruces la mirada, cuando vayas a un restaurante sonríele al camarero, cuando tengas que hacer una cola eterna en el banco sonríele a la gente. Ya verás como automáticamente te vas a empezar a sentir lleno de alegría y la gente de tu alrededor estará mucho más feliz.
Ayer por la noche mi chico y yo pasamos un momento inolvidable gracias a todas las sonrisas y a la alegría apabullante que había en aquel diminuto restaurante.
¿Qué estás esperando para empezar a regalar sonrisas?
Si quieres añadir algún comentario puedes hacerlo aquí mismo o contactarme escribiendo a hada@coachingdepareja.com. ¡Estaré encantada de recibir todo lo que me puedas aportar!
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